CPC (Coste por Clic)


CPC (Coste por Clic)

Cada vez que un internauta hace clic en nuestro anuncio el anunciante paga. Esta opción es más adecuada para campañas de mejoría de tráfico web. Se trata de la mejor forma de impulsar los ingresos o un tipo concreto de acción. Por ejemplo, visitas a la página web, compras, descargas de folletos, etc.

Con el CPC hay menos impresiones, pero los anuncios están muchos más personalizados y dirigidos y solo pagas cuando un usuario hace clic en esos anuncios.

Hay que tener en cuenta que cualquier clic que haga un usuario es que está muy interesado en lo que vendemos. Por lo tanto, obtenemos una transparencia total cuando pagamos solo por ese clic.

Un socio tecnológico (Google) que cobra según una estructura de precios de CPC se hará cargo del coste de cualquier anuncio en el que no se haga clic, por lo que el riesgo recae en el socio tecnológico y no en el anunciante.

Tanto el CPM como el CPC son buenas opciones, pero si estás buscando conversiones o ventas, un modelo CPC será la mejor opción. Solo pagarás cuando los compradores interactúen con tus campañas y, como resultado, maximizará el ROI.


 

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